sábado, 15 de octubre de 2016

El tiempo nos odia

Tenía curiosidad por el “Tiempo”; cada que me encontraba rondando por el infinito él estaba viendo hacia un planeta en específico, lo contemplaba por horas y horas.

Tenía la curiosidad de saber porqué siempre miraba ese lugar.
Le pregunte a la Luna si sabía la razón para que el Tiempo pasara casi siempre observándola e ignorara al resto del universo. Ella me dijo que ahí vivía “Madre Naturaleza”, su eterno amor.
Desde la creación del todo y de la nada, el Tiempo rondaba por todo el cosmos, controlando todo a su antojo; desde el nacimiento de un planeta hasta la muerte prematura de una galaxia entera.
Nadie sabe en que momento el Tiempo llego a la Tierra, sólo se quedó ahí.  Pasaron días, meses y años, la apariencia de ese lugar cambio drásticamente de un lugar sombrío  a un sitio llamativo y lleno de un color verde. Había nacido ahí un ente que se hacia llamar Madre Naturaleza y que ella fue la creadora de todo lo que se veía ahí.
El Tiempo admiraba cada una de sus creaciones desde las cascadas hasta los océanos, desde las quebradas hasta las montañas.
Todo permanecía igual. Un día apareció el hombre, la máxima creación de la naturaleza.
No había un solo día en que Madre Naturaleza no pasará tiempo con este, admirándolo, cuidándolo y amándolo.
¿Y cómo no hacerlo? Si era su hijo.
Pero el Tiempo no entendía eso.
Comenzó a odiar.
A despreciar.
Y sin darse cuenta, a matar.
Comenzó a cortar el tiempo de vida de cada ser que fue creado en la tierra.
No existían excepciones.
Madre Naturaleza lloraba y desataba tormentas llenas de amargura.
 No entendía que pasaba, por más que se esforzaba en sus creaciones ellas perecían y ella no podía hacer nada más que contemplar en silencio cada efímera vida que creaba.
Acepto el hecho de que toda vida existen llegaría a su fin, por más que creara vidas en masas estas no la acompañarían en la eternidad.
El Tiempo jamás se arrepintió o eso es lo que dice. Nadie sabe lo que siente y parece que a nadie le importa.
Los humanos han hecho de todo para entender a la naturaleza y al tiempo, pero algo en ellos cambio. Comenzaron a destruir a la Naturaleza de la cual surgieron y a querer domesticar el Tiempo  quien les arrebataba todo sin dudarlo, quien sólo jugaba.
No sé si pasaron milenios desde que escuche esa historia.

Aún veo como el Tiempo contempla la Tierra y a la Naturaleza llorar amargamente.

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